Testigo soy que en los diferentes ranchos, ya brillan los focos, que titilean mientras se mantienen conectadas a una energía eléctrica, acompañada de una melodía sin igual. Esto ocurre año tras año.
Puedo decir sin temor a equivocarme, que diciembre es la mejor época de cada año.
Diciembre: significa luces de colores, bullicios, reflexión, alegría, unión familiar, hermandad entre vecinos, compañeros de trabajo, etc, es en esta época cuando más se estrechan esos lazos.
Todos desde muy niños esperábamos a que pronto llegase diciembre, época para recibir nuestros regalos, para acceder a la pinta de fin de año, para accionar con los pirotécnicos, para quedarnos dormidos en espera de la sopa de media noche, del nuevo año. Eso es el espíritu de niño.
Ahora que ya somos adultos, es diciembre el que nos espera. Y todos sabemos que algún día, ah de quedarse esperando toda una eternidad.
Simplemente concluyo que la vida es así.
Me imagino a Diciembre, con la mano puesta en la frente, divisandonos desde enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre; bienvenido a Diciembre.
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